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Condición corporal y peso del caballo miniatura

Saber evaluar correctamente la condición corporal y peso del caballo miniatura es imprescindible para poder ajustar la dieta del caballo a su estado físico actual, así como para calcular dosis de fármacos y antiparasitarios. Sin embargo, la evaluación de la condición corporal y el peso en el caballo miniatura no siempre es tarea sencilla, fundamentalmente por dos razones: en primer lugar porque el grueso pelo de invierno de los miniatura “engaña” bastante, haciendo que muchos caballos parezcan “rechonchitos” aunque realmente no están gordos, y en segundo lugar, porque ni las cintas de peso, ni las fórmulas matemáticas que se utilizan habitualmente para calcular el peso de un caballo estándar son válidas para los caballos miniatura [1]. De hecho un estudio reveló que las cintas de peso diseñados para estimar el peso de caballos de tamaño estándar llegan a sobreestimar el peso del caballo miniatura hasta un 16% frente a su peso real [2].

La condición corporal del caballo nos sirve para determinar si el animal se encuentra en su peso correcto, o si por el contrario necesita perder o ganar peso. Por el otro lado, el peso del caballo lo necesitamos conocer para poder calcular con exactitud las cantidades de alimentos a proporcionar en base a la condición corporal, así como para calcular la dosis correcta de cualquier fármaco. Para determinar la condición corporal se examinan el costillar, la zona de la columna, y los áreas de depósitos de grasa. Es fundamental realizar este examen no sólo por medio de la vista, sino que también por medio del tacto. De esta forma se evita el frecuente error de considerar un miniatura como gordo cuando en realidad todo ese volumen corresponde a su pelo de invierno (¡el pelo de invierno puede alcanzar varios centímetros de grosor!). En un caballo de condición corporal adecuada, las costillas deben poder palparse fácilmente pero no deben ser visibles. El dorso debe ser plano y la columna no debe ni sobresalir ni hundirse. En la zona de los hombros, la cruz y a ambos lados de la base de la cola hay una fina capa de grasa. En un caballo con sobrepeso las costillas sólo se llegan a palpar ejerciendo bastante presión en el costillar, la columna puede llegar a aparecer hundida entre la grasa adyacente, y hay gruesas capas de grasa en los hombros, la grupa, el cuello, el costillar etc. Por el otro lado, en un caballo excesivamente delgado, las costillas se ven a simple vista, la columna puede llegar a sobresalir y en casos más extremos, otros salientes óseos también se visualizan de forma muy marcada. Un error que se comete con cierta frecuencia es considerar un caballo con “barriga” como gordo. Es absolutamente fundamental basarse en los criterios anteriores para decidir si un caballo tiene o no sobrepeso, ya que la simple presencia de “barriga” no es por si solo un indicador de sobrepeso. De hecho, un caballo puede estar flaco o incluso famélico y al mismo tiempo tener una barriga de dimensiones impresionantes. La presencia de “barriga” puede deberse a una o varias de las siguientes razones, algunas de ellas patológicas (es decir no normales) y otras no patológicas: alimentación con grandes cantidades de ciertos tipos de forraje, yeguas de cría viejas con el abdomen “descolgado” por las numerosas gestaciones, yeguas gestantes en los últimos meses de la gestación, presencia de parásitos intestinales, presencia de gases (debido a dietas insuficientes y/o problemas digestivos o incluso dentales), deficiencia de proteínas en la dieta. En resumen, para evaluar la condición corporal del caballo miniatura se debe evaluar el caballo entero usando la vista y el tacto.

Para determinar el peso del caballo, naturalmente lo más fácil y sin duda alguna lo más exacto sería disponer de una báscula y pesar el animal directamente. Lamentablemente, en la gran mayoría de los casos esta opción no es viable y por lo tanto es necesario recurrir a métodos alternativos. A pesar de que muchos estiman el peso del caballo a simple vista, esto no es una práctica recomendable. En un estudio realizado por Kentucky Equine Research, se descubrió que el margen de error al estimar el peso de un caballo miniatura a simple vista frente a su peso real era hasta un 20%. Esto significa que en un caballo que pesa 100 kg, se sub- o sobreestima su peso en hasta 20 kg. Tal error puede tener consecuencias nefastas, sobre todo a la hora de administrar determinados fármacos, ya que entraña un serio riesgo de sobredosificación. Por lo tanto, es absolutamente necesario recurrir a otro método. Basado en mediciones realizadas en numeroso caballos miniatura, el centro de investigación equina Kentucky Equine Research, halló tres fórmulas matemáticas, cada una de las cuales permite estimar el peso real del caballo miniatura con bastante exactitud:

 

  1. (perímetro torácico x 9.36) + (largo x 5.01) – 348.53 = peso corporal en libras

  2. (perímetro torácico x 11.68) + (alzada x 2.85) – 357.26 = peso corporal en libras

  3. (perímetro torácico x 13.18) – 326.07 = peso corporal en libras

 

En estas fórmulas, las medidas de perimetro torácico, largo y alzada están expresadas en pulgadas (1 pulgada = 2.54 cm). El peso está expresado en libras (1 libra = 0.454 kg). En orden de exactitud, la primera fórmula es la más exacta de las tres, dado que tiene en cuenta dos medidas corporales diferentes que varían en función de si el caballo está normal, gordo o flaco. El perímetro torácico se mide justo detrás de las extremidades anteriores en el mismo lugar que se colocaría un cinchuelo. El largo se mide desde el centro del pecho a lo largo del costado del caballo hasta un punto por debajo del centro de la cola. La alzada (altura) se mide a la cruz, con el caballo parado en un lugar plano. Las fórmulas arriba indicadas dan una estimación del peso corporal con un margen de error del 5% frente al peso real medido con una báscula. Como dato orientativo, cabe mencionar que el peso de un caballo miniatura adulto varía según su tipo y tamaño entre 55-120 kg.

 

Bibliografía

 

[1] Kentucky Equine Research. Feeding the miniature horse, artículo disponible en: http://www.equinews.com/article/feeding-the-miniature-horse

[2] Nancy S. Loving, DVM. Feeding minis, artículo disponible en: http://www.thehorse.com/articles/21334/feeding-minis